GRAFOPOEMAS de Lola López-Cózar


GRAFOPOEMAS acuñados por Lola López-Cózar: un auténtico viaje videopoético, un trabajo de poesía visual, poesía discursiva y videoarte, donde los recursos textuales se aúnan con los visuales y sonoros en un proceso de perfecta creación artística.
 
 
Por Amor al aire
 



Por amor al aire

Se desvela el hilo urdido en el tejido de la vida,
dónde está la ruta,
dónde el cielo.
Laberinto.
Desorientada línea que se quiebra.
Confundido suelo que recibe la agitación de la duda.
Ni un clavo ardiendo.
Ni el quicio de una puerta habitable.
Dónde queda el vigor,
dónde la ausencia,
dónde el color del cristal con que se sueña.

La suerte se golpea,
cae el brillo de este amor que no acaba.
Dónde la historia repitiendo remates.

Cruzar los dedos,
un adelante apenas como un ruego,
un más allá de hoy,
no me dejen sin pasos.

Aplazamiento.
Vértigo oculto,
y la sospecha.

Contención.
La espera acelera la continuidad del para dónde.

Lo obvio se nos cae de la mano,
desengancha su marcha del convencimiento de que ya y final
no riman para nada.

Dónde mirar que no grite un ayer.
Germina contra todo pronóstico el ansia de seguir,
desafiar la aridez
y tomar este aire
sometido a la capacidad de los pulmones.

La subsistencia agarra el verde que le toca,
la esperanza, un color sobre el cristal que observa.

Intento.
Empeño.
Aspiración que inhala un poco más de tiempo.

Levanta el ímpetu su impacto contra el hecho.

Avanza. Ven.
Asciende por mi cuerpo,
Domina la impotencia de mis piernas
que recorren heridas la longitud del anhelo.

Para dónde es aquí,
donde estuve contigo,
donde quiero volver a inaugurar
la sed del agua que perdimos.

Se desvela el hilo urdido en el tejido de la vida.
La ruta así,
más allá de la hebra.

Por amor al aire,
apartando el esquema,
donde un cielo,
una línea,
el brillo de querer un rato más,
sin que nos duela.

 

Amarre


Amarre

Grita la pérdida su llanto a solas,
revuelve una vida desde el origen de la nada.
Todos los recuerdos se amontonan.
El pecho como orilla recibe sus ausencias.
La noche levanta su vacío.
El anclaje ha perdido su suelo.
La luz señala un cambio de escenario.
Camino de la calma.
No hay naufragio.
Nadie se hunde.
Después de la tormenta aflora la deriva. 

 

Mirar es ser


Mirar es ser

Dentro,
donde el ruido se diluye,
donde cada palabra desenfoca el sentido,
donde el silencio mutila cualquier interferencia,
el universo entero se desborda.

Atrás el miedo a la sospecha,
la quietud que vendrá cerrando el paso.
Solamente la luz.
Mirar es ser.
Bajo el agua el origen,
un final en ascenso.
El umbral del amor,
la vida que nos gasta,
la piedad del engaño y la esperanza.

Tantas veces caer,
la trampa del afuera que nos llama comparando su herida.

Dentro,
donde la sombra cobija los recuerdos,
donde somos obstáculo que intercepta otro amanecer,
fingimos un destino,
la prisa y la certeza de creernos hallados.

Atrás la duda,
la exégesis distinta donde sellar el fallo.

Mirar es ser.

Somos lo que miramos,
la atención que nos guía con su vuelta a empezar.

Atrás el miedo a la sospecha,
las rejas que ponemos al sonido.

Tantas veces la luz,
el dolor de mirar,
el temor a ser vistos,
el umbral del amor,
la mentira sin dueño,
las versiones distintas,
la prisa y la certeza de sentir que buscamos.

Adelante es romper la medida del viento,
la quietud que vendrá cerrando el paso,
el umbral del amor rehabilitado,
cicatriz de una piel que sigue andando.


Sólo se transforma 

 

Sólo se transforma

Ningún cobijo bajo la sombra
que siembra el abandono.
El sueño de la calcinación
abre los ojos,
choca contra una película de hielo.
Las sirenas gritan el final del océano.
Combustión.
Materia orgánica que levanta
la última caía.
El verano se acaba y la prisa no llega,
corre y no llega,
carga y no llega,
no llega y vuelve,
y no llega.
De pie.
El oxígeno baila en todas direcciones,
quema la sombra,
lame la piel,
de pie,
la materia y su intento,
los órganos que aspiran
a inhalar la subida.
La muerte al fondo observa mutilada.
Esta fuerza que hunde no va a rendir su pulso.
Girar es cuanto queda,
agarrar el movimiento que viene desde el fondo.
De pie.
A flote es la expresión.
Este calor que cierra las heridas,
las heridas que marcan
su propia geografía.
De pie.
Respira el rostro por nuevos orificios,
sutura
y ya no más igual.
No hay mutilación.
No más igual no es peor.
Añade a lo que resta la fuerza
con que agarra al movimiento,
el plano de un fondo sin matices.
De pie.
El origen sustenta raíces olvidadas.
Renacer siempre duele,
encontrar la semilla en la letra pequeña
con la vista cansada,
el principio del cielo
sin partes y sin todo,
los escombros que tiñen otra forma de estar.
De pie.
El lagrimal se cierra
para llorar un bosque,
la raíz,
la semilla,
la escarcha de la noche.
De pie,
y el camino se abre,
la tierra, el agua,
el fuego y este aire,
invitación de un cielo en todas partes.




Tus manos


Tus manos

Cuando llega el momento de tachar
las entrelíneas y las líneas,
de mirarte a los ojos sin descifrar silencios,
sin traducir los días,
sin fijar las señales que indicaban derrotas.

Cuando llega el momento de la pura verdad
están tus manos,
mi obsesión por las manos mostrando despedidas.

Tus manos y tus manos y tus manos,
las que quise perder a costa de mis dedos,
las que el tiempo rompió y ya tampoco existen,
las que nunca esperé y me tomaron por sorpresa.

Tus manos y tus manos y tus manos
y un instante más nítido que el resto,
desesperando las caricias
por saber que ha llegado otra incertidumbre,
otra huida.
El silencio de las líneas y los márgenes
que se escriben a fuego.
El silencio y los cuerpos que responden
cuando ya no hay preguntas.

Los cuerpos perdidos en las líneas,
buscando un punto nuevo que termine la frase
en el margen derecho del final de una página
que ignora si es preámbulo de un texto más completo
o el último renglón de cualquier esperanza.



S/N 


S/N

Te inunda el silencio hasta los pies,
la mañana son pasos en sordina,
el mundo que comienza con una sobredosis de placebo,
pensando que algo espera el día al acabarse,
un descanso,
un alguien como lugar seguro,
un mañana tal vez
que empiece a ser el hoy que no ha tenido tiempo.

Te inunda el silencio hasta los pies,
agotas el destino al final de una escena,
vas a parar,
darás la vuelta y girarás
hasta que las calles sean un baile,
hasta que la vida sea el día menos pensado,
un día sin mañana,
un todo continuo
que ignora el tremendo engaño de los ciclos,
la confianza ciega
que espera ver señales y asfalto en los caminos.

Subiendo por tu cuerpo,
el silencio se adueña de tus labios,
despierta la sonrisa y te detienes,
tus ojos son dos lágrimas
despidiendo el guión
de la noche que empieza.


Tejidos


Tejidos

Voces estampadas en la piel sorda de los vivos.
Se abren paso.
Penetran.
Cierran el olvido con la cremallera frágil de las cicatrices.

Lo que no se nombra, existe.
Apelativo.
Sustrato.

Voces estampadas en los huesos quietos de los muertos.
Cierran el paso.
Emergen.
Abren la memoria con el bisturí tajante de la herida.

Dónde el mar.
Fosa común.
Niñez quebrada.

Dónde la niebla despeja su tarde en la luz de los hechos.

Desde dónde las voces deshilvanadas descosen tu historia,
la mutilan.

Borrón y cuento roto.

Dónde el mar de ceniza.
Ícaro de vuelta repitiendo el error.
Ascenso.
Caída libre.
Libre de auxilio.
Presa de la esperanza.
Eterno retorno.
Eterna fuga hacia un adelante cortado por reformas.

La agonía perpetua de los límites.
Morir es un instante.
Arriesgar la longitud de la vida en la palma de la mano.
Mano que se extiende y grita no.
Así no.

Lo que se nombra no existe.
Apelativo.
Sustrato.
La vida ancha reclama su derecho.

Dónde las voces.
Todas las voces a este lado de la piel erizada de los vivos.

Cualquier tú un yo.
Cualquier límite a un paso de tus pies.

Dónde la firmeza de la tierra.
Agua.
Olvido.
Niebla.
Ajenidad.

Cualquier tú un yo.
Cualquier yo nosotros.
Vivos y muertos de la piel a los huesos.
Sordos y quietos
bajo el sol que derrite la esperanza. 

 

 

El eterno retorno 


El eterno retorno

Sostener un cuerpo perdido entre los brazos.
Años luz de todo lo que actúa.
Lo que ocurre una vez está pasando siempre.
La amenaza de lluvia meciendo nuestras copas.
Edificios vacíos.
La noche desvelada.
Ramos de pelo entre los dedos.
Olor a frío.
Verbos y miedo.
Lo que va a ocurrir está pasando siempre.
Cabos atados.
Cámara lenta.
Las mismas manos desdibujan sus huellas.
Los mismos ojos para tantas miradas.
El mismo corazón como un pez que no calla.
El sonido de la voz es un esquema.
Líneas, curvas, ángulos.
Sismógrafo que traduce al papel lo inabarcable.
Quién es quién, qué busca y qué importa.
Cinco años o un mundo,
con gravedad, corteza y relieve de lava.
Un lustro saca brillo,
saca las uñas,
teje su sombra,
deambula por su gama hasta hacerse amarillo,
color, calor, candor,
baja los dedos y se rinde.
En apariencia nada.
Años luz de todo lo que actúa.
En apariencia días.
Palabras trazadas como esquemas.
Amenazas.
Vacíos.
Realidades trenzadas.
Después ya nadie y sí.
Cómo explicar y no.
Unos brazos perdidos en un cuerpo.
La gravedad del fuego.
La corteza que mira un corazón pasando siempre.
Secuencias.
Espejos encendidos.
Qué importa quién es quién.
Después ya nadie y no.
Explicar erróneas traducciones.
Aristas, hoyos, segmentos rotos, ángulos.

La soledad de un brazo sosteniendo la vida.
La soledad de un cuerpo empapado de lluvia.

 

 

Vaivén 


Vaivén

Pasa de largo con un gesto sin memoria,
la historia pierde el ancla,
se fragmenta,
es el vapor exhalado que se marcha,
asciende por las ventanas cerradas de los edificios
y se pierde en el frío de la altura,
apenas equilibrio de niebla y luego nada.
Pasa de largo.
Retazos de palabras que no encajan.
Un ruido al fondo rompe el sosiego del silencio,
como una piedra sobre un estanque indiferente.
No detenerse dicen,
y creen en los conjuros que sujetan la vida.
No detenerse como hace ella,
amaneciendo aunque queden inacabadas las noches,
aunque la luz destroce el retraso
con que afrontar un modo de seguir.
Pasa de largo sin reparar en los detalles que se quiebran
y al hacerlo ningún arreglo es válido.
De largo va pasando ese pelo que crece
bajando por un cuerpo ignorante.
De largo van pasando las uñas
que no se prenden a nada.
De largo la consciencia de un tiempo
igual a muchos otros
que pasan sin pesar a la tierra que pisan,
que pasan sin pensar en la tierra que los pisa.
Pasa de largo la calle y sus esquinas,
los bancos que no invitan a detener los ojos,
a comentar la ruta de los días.
Pasan por un instante tres recuerdos tan ajenos
que parecen de otra biografía,
hablan de persistencia y se retiran.
Pasa el sabor amargo de otras lenguas
que dijeron aquí y el lugar ya no estaba.
Pasa de largo por el halago frágil
que vierte intensidad
para tapar la fecha en que caduca.
Pasa de largo por el amor sin nombre
que ve destinatarios en todos los impares.
Pasan de largas las mañanas
lentamente sobre el reloj parado
en el deseo de escapar.

Detiene la frialdad de las crestas de gallo
en el jardín que a la vuelta huele a cerrado.
Detiene los maullidos del gato en cuarentena
y se toca la herida de unos dientes profundos.
Detiene el despertar de la inyección azul,
una radio lejana
en la que se ocultan todos los que bailan,
sus rostros saludables,
y la risa mojada de sudor.
Detiene doscientos caracoles
deshaciendo la fila que los cuenta,
toca sus cuernos
sin saber lo que es meter el dedo en el ojo,
la llaga viene luego,
cuando entiende la inconveniencia
de hacerse más preguntas.
Detiene el sabor húmedo del tocino de cielo,
un cielo amarillo cerrándose a noviembre,
un vestido naranja que no abriga
delante de una tapia que dice para,
para y mira,
al fondo están las flores tristes de amputación,
toda la gente entera que no quiere leer,
de un lado a otro
para no atascarse en la inmovilidad.
Detiene la grandiosidad de una puerta cerrada,
en sus nudillos tiembla la inseguridad de los golpes,
la falta de respiración de la respuesta.
Detiene el primer diccionario
que se come más de la mitad de sus palabras,
el primer poema como si fuera música,
una música que vive en otra radio
donde nadie ya baila,
donde hay un eco de montaña sagrada,
como el estómago donde se digiere
esa otra mitad que se entiende distinto,
no desde el cerebro,
desde un órgano inmenso que ocupa cuanto alcanza.
Detiene el reloj que se escapa y no llega,
la mañana,
el deseo,
la lentitud de un cofre donde esconder la espera
de una voz que concluya
el cuento que se niega.

 

 

Con lo justo 


Con lo justo

Es hora de salir.
Destapo mi camino.
La sequía hace daño.
Venzo la resistencia.
No hay más atrás.
Los elementos todos,
en mi cuerpo presente,
florecen en el aire,
de este cielo redondo,
que no acaba.

 




Lola López-Cózar nace en Granada. Dirige el programa de radio Retahílas. Publica en distintas revistas: Ciudad poética, El ángel caído, El genio maligno, Revista Virtual & Etc, Revista Poe+ 6. - Boek visual, LAK-BERNA, Revista Foto DNG, Revista Visión, etc. 

Ha ilustrado el libro Ángel de cielos que derrumban editado por Amphibia (2010).

Participa en el Proyecto de edición colectiva convocado por el Taller de Gráfica Experimental Utopia Ambulante de México (2009 y 2011), en Impa, la fábrica de cultura Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentina (2009), en Faro TV, canal de televisión comunitaria argentina (2009), en V Encuentro Internacional de Poesía Visual de Venezuela (2009), en Terra de Ningú con Graforrelatos (2009) y con Declaraciones de una ciudad enamorada (2012), en El Taller de Zenón (2009), en MuVi2: International exhibition of video and moving image on synesthesia and visual music (2009) y MuVi3 (2012), en ElContenedor, publicación de la Factoría TACH, proyecto de edición experimental del artista Alejandro Uribe de México (2010), en Entreactos, organizado por la Galería Texu de Oviedo (2010), en el Festival Polipoético Suburbia (2010 y 2012), en ex!poesía2010, bienal de poesía experimental de Euskadi (2010), en el III Festival Internacional de Poesía de Sevilla (2010), en el Simposio Avant, organizado por la Biblioteca de The Ohio State University (EEUU) y patrocinado por TheAvantWriting Collection, TheRare Books & MSS Library, TheCenterforLatin American Studies, y The Department of Spanish&Portuguese (2010), en BITtúBITamorín de LaiMuseum (2011), en la Exposición Alfabeto de Gijón (2011), en el Festival Audiovisual Hecho x Mujeres de Argentina (2011), en la Exposición Delicias, salón de na…vida’11 (2011), en el III Festival internacional de poesía experimental y de acción de Vigo (2011), en la Exposición picassiana de Málaga (2011), en SeeSaw, Poeticaslai (2012), en la Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo (2012), en el V Barcelona Videoart Festival (2012), en el IV FESTIVAL INTERNACIONAL DE VIDEOPOESÍA de Buenos Aires (2012), en la exposición Eyeseverywhere: East and West women artists. Hubei. China (2012), en Wallpaper_dance. Rassegna internazionale di videodanza (2012), en la Galería Art Room. Madrid. 2013, en Exposición individual de fotografía en Sala Tragaluz del Realejo. Granada 2013, en la 5ta. Edición del Festival Internacional de Video Arte de Camagüey, FIVAC 2013.

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